Xalapa, Veracruz, México, a lunes 20 de mayo de 2024

En festividad de San Rafael Guízar y Valencia, fieles llegan a visitar su tumba

Héctor Juanz, 24 de octubre de 2023

Xalapa, Ver.- Cada 24 de octubre familias de distintos municipios del estado llegan a la Catedral Metropolitana de Xalapa a visitar la tumba de San Rafael Guízar y Valencia.  

A este santo se le atribuyen favores de salud principalmente a los niños, por lo que en agradecimiento son vestidos de color púrpura o rosa, a semejanza del ornamento de Guízar y Valencia, quien fue quinto obispo de Veracruz y muchos llevan también su nombre. 

“Vengo de Poza Rica. A mi pequeño lo traigo, a él se lo puse en manos de San Rafael, nació con una enfermedad que se llama meningocel, se lo pusimos en sus manos por la fe que le tenemos siempre. Ya tiene cinco años que venimos en visita a ponerlo a él para que le siga dando la sanación. El nombre se lo pusimos en honor a San Rafael Guízar y Valencia. Lo tenemos encomendado a San Rafael y hemos visto mucho avance, incluso los doctores decían que como él había nacido, no iba a poder caminar y ese tipo de cosas, pero gracias a Dios aquí está y aquí estamos año con año”, mencionó una devota.

Su devoción los trae incluso desde días antes, pero es en esta fecha cuando se concentra la mayoría de los católicos para agradecer y encomendarse a este santo, cuyos restos yacen en la entrada de este templo.  

Muchos llegan en procesión, a pie o en vehículos, como fue el caso de un grupo de peregrinos provenientes de monte blanco, municipio ubicado cerca de Coscomatepec y Fortín. 

“Sabemos que el señor Guízar dejó una huella muy profunda en el estado de Veracruz. Estamos en deuda con el señor Guízar, remojó la semilla de la fe y la gente llena de gratitud, pues yo los invité y se quisieron venir”, comentó un feligres.  

Rafael Guízar y Valencia nació en Cotija, Michoacán, pero dedicó el final de su vida consagrada al sacerdocio en Xalapa y Veracruz, donde fue obispo.  

En vida fue reconocido por su trato cercano y apoyo a la población, especialmente de la región de Teocelo, de donde llegan decenas de devotos católicos a venerarlo.  

Su beatificación en 1995 y su canonización en el año 2006 fueron atribuidas a milagros en favor de niños que fueron sanados dentro del vientre de sus madres, de ahí que sea común que se les vista como San Rafael Guízar y se les presente en esta fecha en la catedral como señal de agradecimiento.