Xalapa, Veracruz, México, a lunes 20 de mayo de 2024

Comunidad huasteca celebra 20 años de tradición del Niño Perdido en Xalapa

, 6 de diciembre de 2013

Xalapa, Ver., 6 de diciembre de 2013.- Cada 7 de diciembre a las 19:00 horas los habitantes de la Huasteca veracruzana iluminan las aceras de las casas, balcones, edificios públicos, parques y jardines con velitas encendidas, en la celebración del Niño Perdido.

Las principales arterias viales de estos lugares lucen su encanto luminoso con hileras que adornan las aceras y los moradores se congregan para iniciar la charla o la tertulia donde no falta el café o la guitarra y, en ocasiones, hasta un trío de huapangueros que entonan sones de tradición o de “costumbre”, de casa en casa.

Aunque en estos tiempos su sentido es más religioso al magnificar el pasaje bíblico que refiere al encuentro del niño Jesús con los sacerdotes en el tiempo de Jerusalén.

Es en Tuxpan donde esta tradición tiene más colorido, pues se realiza un desfile de carritos de cartón, donde los niños dan un espectáculo por toda la ciudad; a la par aparecen en escena las lámparas para los mayorcitos, elaboradas con una lata sostenida con alambre a la que se les hacen decenas de agujeros colocando una vela en su interior con las que se ilumina el camino de los carritos alegóricos.

Con una idea cultural, pero respetando su sentido religioso, en 1993 en la ciudad Xalapa se inicia la difusión de tan esplendorosa tradición en la calle de Paulino Martínez, en la colonia Carrillo Puerto, del centro de la ciudad capital.

Era tan hermosa la noche y la luz de las velas se veían de ensueño, que muchos niños y adultos llegaron curiosos preguntando: ¿puedo encender una?, ¿por qué las pones?, ¿las vendes?, ¡ponlas en toda la calle!, ¿cuando las vuelves a poner?, ¿me invitas?

Con ese interés se inició cada año y con ayuda de la familia y algunos vecinos, en su mayoría niños, como Indra Salazar Franco, quien se encargaba de realizar los pósters en cartoncillo y gises de colores.
“Eran tan hermosos que no queríamos ni pegarlos”.

Sin darnos cuenta llegamos al 2013 y con él a los 20 años de que cada 7 de diciembre celebramos esta tradición milenaria de origen huasteco, libres, sin compromisos, respetando el sentir de cada quien, con el único afán de difundir orgullosamente la cultura veracruzana.

Y tú ¿ya prendiste tus velas?