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Yuri camina por los escenarios cargando el éxito

Yuri camina por los escenarios cargando el éxito

Notimex (Oscar Dávalos Becerril), 4 de enero de 2020

  • Llega a 56 años como una de las mejores cantantes del país

México.- La cantante mexicana Yuri tiene en su voz un arma que la ha conducido a lo largo de su vida artística a la cima más alta que cualquier intérprete puede alcanzar, pero también la llevó a caer en los abismos que la fama cobra en la primera distracción.

En la década de los 80 la intérprete veracruzana se convirtió en icono del pop en español, acaparando las portadas de las revistas de la época, y con llenos en sus conciertos y presentaciones. Desde que participó en el Festival OTI (Organización de Televisión Iberoamericana) de 1979, en el que no ganó, se le abrieron las puertas a las grandes ligas de la música.

La carrera de la “güera”, sobre todo en su primera etapa, se desarrolló entre éxitos y polémica. En el libro Yuridia detrás de Yuri (Grijalbo), del periodista Rubén Aviña, publicado en 1995, que causó gran polémica en su momento, se da cuenta de los pasos de la artista.

Considerado una biografía no autorizada, el texto de Aviña se mete a fondo en la etapa más compleja de la vida, privada y profesional, de la cantante. Incluso cuando se enteró de la salida del libro, la intérprete de Maldita primavera de inmediato desmintió el contenido.

Al paso de los años, al hacer un recuento de su existencia, y luego de su conversión a la iglesia evangélica, Yuri dijo en una entrevista que lo que ahí se decía, sus amores, infidelidades, adicciones y tropiezos eran ciertos, “incluso se queda corto”, comentó.

En un pasaje del texto, por ejemplo, se narra la historia de su boda con Fernando Iriarte, con quien se escapa en una entrega de premios “gracias a que Luis Miguel le ayuda”. El esposo se convierte también en su mánager.

Artista marcada por el éxito

Yuridia Valenzuela Canseco, Yuri, nació el 6 de enero de 1964, Día de Reyes, como regalo promisorio para la familia encabezada por el doctor Carlos Humberto Valenzuela Priego y Dulce Canseco, su madre, quien con el tiempo sería una figura relevante en su carrera, no siempre para bien.

Con vena artística desde pequeña, la también actriz tuvo claro siempre que su futuro pasaba por los escenarios. Tenaz y decidida, mientras estudiaba se da tiempo para la danza, incluso consigue una beca para el Ballet Bolshoi de Rusia, pero sus padres impiden que la aproveche.

La música se le impregna con fuerza en la piel y se enfoca a conseguir el éxito a como dé lugar. El primer «hit» le llega con el disco Esperanzas, que la lleva a los primeros lugares de popularidad. También arranca su efímera carrera como actriz, en telenovelas como Colorina, al lado de Lucía Méndez, y en Verónica, con Christian Bach.

En el 81 regresa al Festival OTI con la canción Deja, de José María Napoleón, con la que obtiene el Premio a Mejor Intérprete, lo que representa también el reconocimiento internacional.

Sus canciones se escuchan en todas las estaciones de radio de toda América Latina. Con Mi timidezLlena de dulzuraTú y yoEste amor ya no se toca y Maldita primavera, contenidas en el álbum Llena de Luz, obtiene el primer Disco de Oro de su carrera.

Toma la libertad en sus manos

El éxito llena totalmente su vida. Se convierte en la primera cantante latinoamericana en obtener Disco de Oro en España. La canción Pequeño panda de Chapultepec, hecha en honor al primer panda nacido en México, la lleva a niveles de popularidad inimaginables.

En 1985 recibe su primera nominación al Premio Grammy. Su vida personal no corre paralelo a su éxito como intérprete. Luego de su matrimonio con Iriarte, se separa de su familia. En 1989 se termina su matrimonio e inicia una de sus épocas más “locas de su vida”.

Con el disco Soy libre, un mensaje claro de su actitud en ese momento, se desprenden dos de sus máximos logros: El apagón y Un romance. Sus fotos en la revista Play Boy agotan la edición rápidamente.

Con el espectáculo Sin límites se le compara con Madonna, con lo que se desata una nueva polémica que alcanza a los medios estadounidenses. De esa etapa es la película que filma con Omar Fierro, Soy libre.

Con Obsesiones, Yuri se toma en serio el cambio y se hace una cirugía de aumento de busto y se pinta el cabello de rojo, lo que aleja a muchos de sus seguidores.

La vida cambia a su favor

En su tercera participación en el Festival de Viña del Mar, 1995, conoce a quien después será su esposo, el chileno Rodrigo Espinosa. Cuando la fama la tenía en la cima, sucede un acontecimiento, que ella misma refiere, le cambia la perspectiva de vida.

Le diagnostican tumores en las cuerdas vocales, lo que la lleva a una profunda depresión. Se convierte a la religión evangélica y se dedica a sanar su vida. Yuri considera que su curación de los tumores es un milagro y se enfoca a sus creencias.

Publica varios temas de carácter religioso, alabanzas, que no ayudan a su carrera que se apaga poco a poco. En 2002 decide reimpulsar su vocación como cantante y graba su disco 18. También incursiona como conductora en programas de «reality show».

Yuri adopta a una niña, con quien cumple su deseo de ser madre. A partir de 2010 se enfoca en su carrera, dando un renovado impulso a su imagen. Abarrota varias veces el Auditorio Nacional y se consolida como una de las cantantes más importantes de la escena musical mexicana.

A lo largo de su carrera la veracruzana ha grabado más de 30 discos. Ha sido actriz y conductora; en fecha reciente dio a conocer que quiere incursionar en el «stand up», terreno que no ha pisado, pero que prepara para abordarlo este año.