Xalapa, Veracruz, México, a viernes 17 de mayo de 2024

En Naolinco velan a tres jóvenes veracruzanos fallecidos en Texas

Héctor Juanz, 14 de julio de 2022

Naolinco, Ver.- Entre los cerros de la zona montañosa central de Veracruz  está enclavado el pueblo de san Marcos Atexquilapan, en el municipio de Naolinco.  

De aquí salieron el pasado 21 de junio los hermanos Yovani  y Jair Valencia Olivares de 16 y 20 años  junto con su primo Misael Olivares Monterde de 16, a Tamaulipas para luego cruzar a los Estados Unidos.  

A sus cortas edades, dejaron sus estudios y trabajos de elaboración de zapatos buscando ganar dinero para mejorar su futuro. No alcanzaron el sueño americano. El tráiler donde eran transportados de manera ilegal fue abandonado con más de 60 personas que murieron hacinadas y por asfixia. Casi 20 días después, sus restos regresaron a su pueblo.  

“Hay muchísimos que se han ido y pues, mis hijos, como todo joven, como toda persona, tienen ideas de salir adelante. Decidieron irse, pero les tuvo que suceder esta desgracia. Iban a trabajar construyendo casas en San Antonio. Todos los jóvenes quieren salir adelante y lo único que quieren hacer es construir una casa, poner un negocio, el sueño de todos”, relató Teófilo Antonio Valencia Olivares, padre de Jair y Yovani.  

“Ellos fueron a buscar una mejor vida, porque aquí sí hay trabajo, pero mal pagado. Elaboraban calzado… poco tiempo, porque iban a la escuela, pero por la pandemia dejaron de estudiar. Yovani estaba estudiando la prepa, Jair igual, Jair se quedó en quinto semestre, Yovani nada más el primer semestre”, recordó Yolanda Olivares Ruíz, madre de los fallecidos.

El dolor de los padres por la trágica muerte de sus hijos es mitigado por la recuperación de sus cuerpos que son velados y acompañados por sus familiares, amigos y pobladores de Naolinco desde las primeras horas  de este jueves en la casa de sus abuelos.  

Sobre la foto de Misael, uno de los adolescentes fallecidos, de 16 años, cuelga la medalla que usaba en un grupo de Adoradores del Santísimo. Además de acudir a la iglesia, jugaba futbol, era buen portero, lo que le hizo ganar la admiración de sus amigos.  

“Gracias a las autoridades que nos apoyaron,  al gobierno del estado, de la República, gracias a su gestión fue un poco más rápida la llegada de mi hijo y de mis sobrinos, primero Dios, mañana le daremos cristiana sepultura y ya podemos estar más tranquilos. Somos muy creyentes y el estar rezando constantemente siento que sí nos favoreció de muchas formas. Gracias a eso, tuvimos respuesta”, señaló  Gerardo Olivares, padre de Misael.

“Era un jugador, buen portero, siempre jugó de portero en su equipo y ganaron un torneo… con esos recuerdos de que era muy jugador, muy juguetón y alegre. Somos muy creyentes del Santísimo, de la Virgen de Guadalupe, somos católicos de corazón, es lo que nos ha mantenido de pie y la ayuda de todos los que nos están apoyando, no sé hasta dónde,  con sus oraciones, nos ha servido de mucho para salir adelante”, agregó Hermelinda Monterde, madre de Misael.  

Fuera de la casa donde son velados, mujeres y hombres preparan la comida que convidan a quienes acompañan en el funeral. Por día reciben a más de mil personas, entre habitantes de las localidades aledañas, familiares y medios de comunicación que han documentado así el final de esta larga espera.