Urge reestructurar deuda; pago de intereses dejarían en quiebra al estado: Gobernador Yunes

, 1 de marzo de 2017

Miguel Ángel Gómez Polanco

Xalapa, Veracruz.- El Gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, urgió a los diputados de la Legislatura local a que aparten cualquier tipo de interés político-electoral y aprueben el proyecto de reestructuración de la deuda estatal propuesto por el Ejecutivo del Estado.

En este sentido, el mandatario recordó que existe un adeudo superior a los 46 mil millones de pesos, heredada por administraciones anteriores y que han puesto en grave riesgo de liquidez a la entidad, debido al incremento de las tasas de interés por concepto de créditos otorgados, los cuales dejan poco margen de operación en los recursos actuales, ya que la mayoría se debe utilizar para pagar deudas y gasto corriente.

Ante ello, Yunes Linares indicó que se ha iniciado con medidas para la reducción de sueldos; este último rubro, en el cual Veracruz destaca para mal, pues de cada 100 pesos que ingresan al estado, 50 se destina para pagar nómina.

Asimismo, detalló que Veracruz es el segundo estado con mayor cantidad de gastos personales, con 46 mil millones de pesos anuales, lo cual representa el 40.5 por ciento del presupuesto total de la administración.

Y es que el jefe del Ejecutivo estatal explicó que la situación actual de las finanzas en el estado se deben, principalmente, al mal planteamiento en la ejecución de recursos, sobre todo en los últimos 12 años: «Por ejemplo, desde 2004 se empezó a disparar el pago de nómina y la inversión pública se estancó, ya que el pago de salarios limita el flujo de recursos aplicados a infraestructura, servicios médicos, seguridad, entre otros rumbos de vital importancia».

Al respecto, recordó que el proyecto de presupuesto propuesto por Flavino Ríos Alvarado, representaba un desequilibrio de más de 20 mil millones de pesos, agravado por la incorrecta aplicación de recursos etiquetados para pagar, equivocadamente, gasto corriente.

Además, dijo que en los últimos 12 años se crearon pasivos sin soporte y por montos superiores a 46 mil millones de pesos, provocando un déficit de 20 por ciento del presupuesto.

Por lo anterior, el mandatario explicó que una vez aprobada la reestructuración, ya se tiene delineado un plan basado en tres puntos clave: recomponer la cuenta pública para esclarecer los pasivos circulantes legítimos, así como rearmar el presupuesto erradicando el desvío de recursos federales en la denominada “licuadora” y, finalmente, renegociar la deuda actual para disminuir el pago de intereses y contar con mayor recurso para inversión.