Tejer con fe: la tradición familiar detrás de las palmas del Domingo de Ramos

Emiliano Garza, 13 de abril de 2025

Sentados junto a sus abuelos, quienes les enseñaron a entrelazar no solo las hojas de palma, sino también el valor de una tradición que ha sobrevivido por generaciones. Como cada año, con la llegada del Domingo de Ramos, artesanos poblanos recorren kilómetros para llegar a la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río cargando no solo palmas tejidas, sino también historias que huelen a campo, a fe y a recuerdos familiares.

“Esta palmita yo lo aprendí con mis padres de muchos años, ahora sí que esta es nuestra herencia, ve que los primero que llegaron que ya no están, ya trascendieron y ya nosotros nos quedamos generación en generación, quedan los nietos quedan los hijos”, señaló María Angelina, comerciante.

“Nuestras abuelitas, por eso ahorita traes eso de que esa tradición no queremos que se pierda y ahorita están también mis hijos que queremos que siga. Eso es lo que queremos que mantengamos la fe, que eso siga”, agregó Reyna Torres, comerciante.

Durante su visita, los artesanos compartieron que las palmas se elaboran a mano, con formas como cruces o flores, utilizando palma bendita. Una catequista explicó que su significado va más allá de lo decorativo.

“y que pues las palmitas este significa de aquel tiempo cuando Jesús entra triunfante a Jerusalén y la comunidad le recibe con palmas alabándolo y gritando Hosanna en el cielo, bendito el que viene en el nombre del señor, no entonces que no se pierdan esta bonita fiesta”, explicó Mariana Pacheco, catequista.

Aunque la venta continúa cada año, el relevo generacional es incierto. Muchos jóvenes ya no muestran interés en aprender este oficio tradicional. El ritmo de vida actual, la migración y el desapego por las costumbres han hecho que prácticas como esta vayan desapareciendo poco a poco. Aun así, la tradición resiste, tejida con manos de fe y memoria.