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No es suficiente reducir la mutilación genital femenina, hay que erradicarla

No es suficiente reducir la mutilación genital femenina, hay que erradicarla

Agencia RTV Noticias (ONU), 6 de febrero de 2019

Naciones Unidas.- Al menos 200 millones de niñas y mujeres han sufrido la mutilación de sus genitales, uno de los actos más inhumanos de violencia de género que se cometen en el mundo.

«La mutilación genital femenina es una violación abominable de los derechos humanos que afecta a mujeres y niñas en todo el mundo. Esta práctica supone una negación de su dignidad, pone en peligro su salud, causa dolor y sufrimientos innecesarios, y puede incluso provocar la muerte», ha dicho el secretario General de la ONU en un comunicado oficial.

En el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, ONU-Mujeres, UNICEF y el Fondo de Población de la ONU, reafirmaron en un comunicado su compromiso de poner fin a esta violación de las garantías fundamentales para proteger a las decenas de millones de niñas que todavía corren el riesgo de ser mutiladas de aquí al 2030.

“Mary Oloiparuni tenía 13 años cuando la mutilaron. Una mañana, temprano, la sujetaron en el umbral de una puerta de su casa y le practicaron la ablación que le provocó una hemorragia abundante y un dolor insoportable.Las cicatrices de aquel día todavía le causan dolor 19 años más tarde; dar a luz a cada uno de sus cinco hijos ha resultado una experiencia atroz y traumática”, es una historia incluida en la declaración de las agencias para dar un ejemplo de lo que sufren las niñas.

La mutilación genital femenina no solo genera consecuencias físicas, sino psicológicas y sociales a largo plazo, sino que vulnera el derecho de las mujeres a la salud sexual y reproductiva, a la integridad física, a no sufrir discriminación y a no ser sometidas a tratos crueles o degradantes. También viola la ética médica y acarrea riesgos, independientemente de quien la lleve a cabo o de la limpieza del espacio donde se practique.

Además, aseguran las agencias de la ONU, dado que este acto es una forma de violencia basada en el género, no es posible hacerle frente al margen de otras, o de prácticas nocivas como el matrimonio infantil y forzado.

“Para poner fin a la mutilación genital femenina debemos de combatir las causas fundamentales de la desigualdad de género y trabajar en aras del empoderamiento social y económico de las mujeres”, asegura el comunicado.