Precedidos de una manta en la que se leía un mensaje alusivo al presidente estadunidense Donald Trump, banderas hondureñas y una mexicana, coreaban su rechazo a ser criminalizados y sí a ser considerados como trabajadores internacionales.

Desde un megáfono, una persona que rechazó ser identificada por su nombre, señalaba ser migrantes con intenciones de trabajar.

Elementos policiacos municipales, del estado y federales resguardaban el contingente, en tanto los manifestantes coreaban consignas que reforzaban su condición de migrantes dispuestos al trabajo para mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias.

La marcha ya había sido anunciada desde antes, asegurando que partiría desde temprana hora, pero comenzaron a organizarse y a marchar ya muy entrada la mañana.

La semana pasada también un número parecido de migrantes centroamericanos marchó hasta El Chaparral para ser el escuchados en su intención de ingresar asilados a Estados Unidos.