Gastaba Karime Macías millones de pesos en ropa y lujos

, 8 de marzo de 2017

Fermín Ramírez

Ciudad de México, 8 de marzo de 2017.- Hoy prófuga de la justicia, junto con su esposo el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, la ex primera dama de la entidad, Karime Macías Tubilla, gastó sólo entre diciembre de 2010 y enero de 2012, en el primer año de gobierno de su marido, el equivalente a 8 millones de pesos en ropa, artículos de lujo y hoteles de alto nivel.

Así lo publica el periódico Reforma, en una nota firmada por Víctor Fuentes quien señala que estas compras las hacía Karime Macías con una tarjeta adicional de una cuenta de American Express Platino, a nombre del titular Moisés Mansur Cysneiros, sobre quien pesan cargos de lavado de dinero y quien también está evadido de la justicia. En ese esquema, Mansur Cysneiros habría operado como prestanombres.

El detalle de los estados de cuenta de Karime Macías, obtenidos por Reforma, reportan que, en el periodo de diciembre del 2010 a enero del 2012, la ex primera dama firmó compras por 512 mil dólares, en Estados Unidos, cifra en ese entonces equivalente a 7 millones de pesos, además de un millón 27 mil pesos en México y 7 mil 100 reales brasileños o 51 mil pesos en un joyería de Sao Paulo. Cabe recordar que Mansur Cysneiros tiene nacionalidad brasileña.

Macías Tubilla era compradora incansable y sus gastos promedio por mes era de 675 mil pesos, nueve veces el último salario nominal que cobró su esposo, de 74 mil 938 pesos mensuales.

En abril de 2011, Karime Macías firmó compras por 80 mil 978 dólares en la tienda Bergdorf Goodman, una de los más exclusivas de Nueva York. También hacía compras cuantiosas en The Galleria de Houston y en Hermés y Max Mara en la Ciudad de México, donde su tienda favorita era Saks Fifth Avenue.

“Sí merezco abundancia”, escribió Karime Macías, proveniente de una familia rica que la educó con disciplina, en una libreta Mont Blanc hallada recientemente en una bodega de Córdoba, junto a bienes que podrían haber salido de Casa Veracruz (la residencia oficial de gobierno). La frase se reiteraba una y otra vez en numerosas páginas.