Xalapa, Veracruz, México, a sábado 18 de mayo de 2024

Galopando Sonrisas en Yanga brinda equinoterapia a infantes y a personas adultas

Diana Bustamante, 19 de febrero de 2024

Yanga, Ver.- Por más de 7 años la Fundación Galopando Sonrisas en Yanga ha sido pieza fundamental en el desarrollo de niños con alguna discapacidad, incluso adultos, gracias a la equinoterapia que imparten de manera gratuita.

Diana Gordillo Fernández, representante de la fundación, explica que la equinoterapia no son clases de montar, sino sesiones.

«Consisten en venir, tocar el caballo, subirse, a veces no lo hacen en la primera sesión, hacemos diferentes actividades, cada sesión es distintas y termina con una relajación»

La mayoría de los participantes son niños con discapacidades, aunque también sirve para personas lesionadas, adultos con alguna discapacidad o niños que han llegado por recomendación de psicólogos.

En sus inicios, la Fundación tenía la intención atender a los hijos de cañeros del ingenio El Potrero, pero ante la necesidad de los niños de los municipios vecinos se abrió para el público. Contando hoy con decenas de pequeños que reciben ayuda.

La señora María del Carmen Enríquez, quien fue de la primera mamá que llegó, nos platica su experiencia con su niño, quien tiene síndrome de Down y llegó a los cuatro años.

«La equinoterapia le ha servido para todo, él era un niño muy tímido, no podía hablar, empezó a hablar aquí, claro tiene apoyo de otros lugares, pero la constancia que tiene en la equinoterapia como en las fundaciones en donde va, le han ayudado para hablar, para socializar con las personas, caminar, ahorita ya hasta corre, lo más importante que yo siento es que le ha ayudado en lo intelectual».

La equinoterapia está clasificada como una terapia complementaria, en donde el contacto con el caballo ayuda a quien recibe sus vibraciones, permitiendo tener más fuerza muscular, estimula la digestión, y sociabilizar.

«Que no le tengan miedo a que los niños convivan con animales, que anden descalzos, que no tengan miedo a convivir con la naturaleza porque somos naturaleza, y es importante estar en contacto con los árboles, los animales, el pasto y eso ayuda mucho al desarrollo».