El Papa expresa cercanía a afectados por sismo en isla italiana

Notimex, 23 de agosto de 2017

Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco manifestó hoy su cercanía “afectuosa” a los afectados por el sismo que la noche del lunes sacudió la isla italiana de Ischia, que dejó al menos dos muertos y 39 heridos.

Durante los saludos finales de su audiencia pública semanal, que presidió ante unos ocho mil fieles congregados en el Aula Pablo VI del Vaticano, el pontífice se refirió brevemente al movimiento telúrico de 4.0 grados de magnitud en la escala de Richter.

“Dirijo mi pensamiento y expreso afectuosa cercanía a cuantos sufren a causa del terremoto que el lunes por la noche golpeó la isla de Ischia. Rezamos por los muertos, por los heridos, por los respectivos familiares y por las personas que perdieron sus casas”, dijo, hablando en italiano.

Antes, en su catequesis semanal, reflexionó sobre la actitud que debe tener el cristiano en el mundo actual, marcado por las malas noticias cotidianas en los medios de comunicación.

Al insistir sobre las “tantas tragedias” que acaparan todos los días los noticieros y las primeras páginas de los diarios, recordó espontáneamente los recientes atentados terroristas que golpearon diversos países.

Dirigiéndose a los fieles que bendijo al entrar a la sala de audiencia, exclamó: “Saludé algunos de Barcelona: ¡Cuántas noticias tristes de allí! Saludé algunos del Congo, ¡cuántas noticias tristes de allí! ¡Y cuántas otras! Por nombrar sólo dos países de ustedes, que están aquí”.

“Piensen en los rostros de los niños aterrorizados por la guerra, al llanto de las madres, a los sueños destruidos de tantos jóvenes, a los refugiados que afrontan viajes terribles y son explotados tantas veces. La vida, por desgracia, también es esto”, añadió.

Pero advirtió que, no obstante las dificultades, los cristianos deben tener una “mirada llena de esperanza” porque su dios “crea novedad”, porque “es el Dios de las sorpresas”.

Precisó que “no es cristiano” caminar con la mirada hacia abajo como hacen los cerdos, quienes siempre mantienen esa posición sin jamás alzar los ojos hacia el horizonte.

“Como si todo nuestro camino se apagase aquí, en pocos metros de viaje; como si en nuestra vida no existiese ninguna meta y ningún punto de llegada, y nosotros estuviésemos obligados a un eterno vagabundear, sin alguna razón para nuestro cansancio. Esto no es cristiano”, subrayó.

Estableció que los cristianos no son de aquellos que no ven el sentido de la vida sino que ellos creen “que en el horizonte del hombre existe un sol que ilumina por siempre”. Y apuntó: “Nosotros creemos que nuestros días más bellos deben todavía venir”.