Constructores deben sumarse al combate de corrupción e impunidad
José Sarmiento, 28 de enero de 2019
- Las pésimas carreteras veracruzanas son producto de esa malas prácticas.
Martínez de la Torre, Ver.- «En Veracruz no tenemos una sola carretera de la que nos podamos sentir orgullosos y esas pésimas de vías de comunicación son producto de la corrupción y la impunidad, y afecta directamente a los sectores productivos», expresó Rafael Fernández de Lara, presidente del Consejo de Administración del Grupo Industrial Comercial Anáhuac Sociedad Anónima.
Dijo que con la política de combate a la corrupción que ha iniciado el Gobierno Federal, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, los contratistas y empresarios dedicados a la construcción tienen la histórica oportunidad de denunciar los actos de corrupción que se presenten en la entrega de contratos de obras públicas.
Indicó que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en diferentes foros ha reiterado su total compromiso de cumplir con la disposición gubernamental de combatir de manera frontal la corrupción y la impunidad y esto es algo que los industriales de la construcción celebran, pero además exigen que se ponga en práctica esta política de combate a la corrupción y no sólo se quede en discursos demagógicos.
Fernández de Lara subrayó que los contratistas que prestan sus servicios en la SCT deben evitar caer en viejas prácticas y conductas irregulares que tanto daño le han hecho al sector y a la misma sociedad veracruzana y por el contrario deben de tener el valor civil de denunciar cualquier acto de corrupción en la adjudicación de contratos y ejecución de obras.
Fue claro al manifestar que la sociedad debe ser vigilante permanente de la ejecución de las obras públicas para que los constructores cumplan de manera cabal cada una de las especificaciones de los contratos de obras.
Agregó que el ingeniero Adalberto Vega, nuevo director del centro de la SCT seguramente tiene la encomienda directa de acabar con la añeja corrupción y de igual forma con esa perversa costumbre de cerrarle las puertas a las buenas empresas constructoras veracruzanas y darle las obras a contratistas foráneos, que sólo vienen a lucrar y a llevarse el circulante del estado, lo que perjudica directamente a la cadena productiva veracruzana.
