Condena enérgica de la CNDH a políticas migratorias y al discurso de odio en EU

, 20 de marzo de 2017

Por Fermín Ramírez

Ciudad de México.- En víspera de la celebración este 21 de marzo del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expresa una condena enérgica de “la supremacía racial que pretenden las nuevas políticas migratorias y el discurso de odio en los Estados Unidos de América”.

La CNDH señala en un pronunciamiento público que “las nuevas políticas migratorias en Estados Unidos, especialmente contra personas indocumentadas de origen mexicano, así como las expresiones ofensivas y xenófobas de algunas autoridades, que representan un discurso de odio, descalificación y desprecio, atentan contra la dignidad de nuestros compatriotas, los vuelven vulnerables y víctimas de discriminación”.

Luego de subrayar que la doctrina de superioridad basada en la diferenciación racial es “científicamente falsa y moralmente condenable”, reitera su total rechazo a las políticas supremacistas.

En ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, la CNDH hace un llamado a las autoridades mexicanas “a emprender la defensa jurídica y de la dignidad de nuestros compatriotas, así como también de quienes sin documentos se internan procedentes de Centroamérica a nuestro país por la frontera sur”.

Observa que si bien es violatorio de los derechos humanos que en Estados Unidos se criminalice a personas originarias de México al calificarlos como “criminales”, “traficantes de drogas”, “pandilleros” y “violadores”, también es preocupante lo que ocurre al sur de nuestro país, por el trato discriminatorio y de exclusión que reciben centroamericanos y caribeños, “que huyen de la pobreza y violencia en sus países de origen, y buscan una mejor calidad de vida o la reunificación con sus familias”.

La Comisión Nacional subraya la importancia de hacer exigible el derecho a la no discriminación, en favor de la protección de los grupos vulnerables, y enfatiza la necesidad de impulsar la cultura de la denuncia de esos casos, “para que los responsables de los mismos no queden impunes”.

Asimismo, se pronuncia “en favor del fortalecimiento de la tolerancia y la cultura de la legalidad como vía para erradicar la discriminación, ya que considera que tan grave es la falta en sí como el consentimiento u ocultamiento de la misma”.