Día Internacional de la Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo
Agencia de Noticias RTV (ONU), 12 de julio de 2025
Redacción.- Uno de los fenómenos más sobrecogedores de la naturaleza son las tormentas de arena y polvo que arrasan todo a su paso, convirtiendo el día en noche y causando estragos desde el norte de China hasta el África subsahariana.
En los últimos años, las tormentas de arena y polvo se han convertido en una gran preocupación mundial debido a sus graves repercusiones en el medio ambiente, la salud, la agricultura, los medios de subsistencia y el bienestar socioeconómico.
Las tormentas de arena y polvo son parte de los ciclos bioquímicos naturales de la Tierra, pero también obedecen en parte a factores inducidos por el ser humano, como el cambio climático, la gestión insostenible de la tierra y el uso del agua. Asimismo, contribuyen al cambio climático y a la contaminación atmosférica. Los efectos de las tormentas de arena y polvo afectan a todas las regiones del mundo, tanto a los países desarrollados como a los que están en vías de desarrollo, y plantean graves problemas para la consecución de once de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU, especialmente los siguientes objetivos:
- Hambre cero
- Salud y bienestar
- Agua limpia y saneamiento
- Trabajo decente y crecimiento económico
- Ciudades y comunidades sostenibles
- Acción por el clima
- Vida de ecosistemas terrestres
Al menos el 25% de las emisiones mundiales de polvo proceden de la actividad humana y, en algunas zonas, el polvo del desierto se ha duplicado en el siglo XX. Los efectos de este fenómeno son difíciles de controlar, ya que la intervención del hombre en una parte del mundo puede provocar tormentas de arena y polvo en otra región. Sin embargo, del mismo modo, las tormentas de arena y polvo también pueden reducirse gracias a la intervención del ser humano.
Reconociendo que las tormentas de arena y polvo y sus efectos negativos a distintas escalas son cuestiones de interés internacional, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó, en una resolución, el 12 de julio como Día Internacional de la Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo.
La ONU destaca la necesidad de que haya cooperación a nivel mundial y regional para prevenir, gestionar y mitigar los efectos de las tormentas de arena y polvo. Esto puede hacerse mediante la mejora de los sistemas de alerta temprana y el intercambio de información climática y meteorológica para pronosticar esas tormentas. Para enfrentar el fenómeno se requiere comprender las graves consecuencias multidimensionales de dichas tormentas, en particular el deterioro de la salud, el bienestar y los medios de vida de las personas, el aumento de la desertificación y la degradación de las tierras, la deforestación, la pérdida de diversidad biológica y de productividad de la tierra, la amenaza a la seguridad alimentaria y sus efectos en el crecimiento económico sostenible.
Además del intercambio de información y alertas, la ONU propone propiciar el diálogo y la colaboración entre los países afectados y la ONU para abordar colectivamente las cuestiones relativas a las tormentas de arena y polvo.
