Pan de muerto, tradición y sabor ancestral

Susana Herrera, 1 de noviembre de 2017

Veracruz, Ver.- En un tradicional altar de muertos hay tres cosas que no pueden faltar: flores, velas y pan de muerto. La elaboración de estas ricas piezas de pan son un arte que el panadero Genaro Ochoa, originario de Tlaltetela cada año realiza en su horno de leña.

Desde las cuatro de la mañana la masa empieza a tomar forma. En la panadería ubicada en la colonia Progreso de la ciudad de Veracruz humea el olor a mantequilla y canela y el siguiente paso es el horneado.

Luego de salir del horno artesanal de ladrillos, está listo para disfrutarse y preservar esta hermosa tradición.

La forma circular que tiene el famoso pan de muerto representa el ciclo de la vida y la muerte; las cuatro tiras significan los huesos de los que ya no están con nosotros.

Se cree que el pan de muerto surgió de un rito que hacían los primeros pobladores de Mesoamérica a los muertos que enterraban con sus pertenencias. Este pan era elaborado de maíz, semillas de amaranto molidas  y tostadas que mezclaban con la sangre de los sacrificios que ofrecían.