Opiniones divididas por uso de la inteligencia artificial en el ámbito estudiantil

Emiliano Garza, 12 de diciembre de 2025

Veracruz, Ver.- La inteligencia artificial generativa ya está presente en las universidades y ha dividido opiniones entre el sector estudiantil, quienes la ven como una herramienta que facilita tareas y consultas, pero que también puede representar un riesgo si se usa sin criterio.

“Sí, es un es un buen aditamento, o sea a veces estás escribiendo las cosas o simplemente te falta tiempo y si te falta un cachito de trabajo lo haces con eso y ya mientras lo leas y aprendas, pues yo creo que está bien. Yo creo que hay que darles tiempo porque conozco muchos maestros que de hecho utilizan inteligencia artificial y que nos dan tips para usarla de manera más consciente e ir aprendiendo también”, señaló estudiante.

Por otra parte, docentes consideraron que la IA abre oportunidades importantes para el desarrollo académico, siempre y cuando existan reglas claras sobre su uso en actividades escolares, proyectos y trabajos de investigación. Subrayaron que, además del beneficio pedagógico, deben cuidarse aspectos éticos y legales relacionados con la autoría, especialmente en procesos formales como la elaboración de tesis.

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“Al margen de lo que estamos haciendo en la universidad, también hay muchos otros aspectos que están nutriendo esta discusión. Y nosotros intentamos ser cuidadosos en cómo la estamos utilizando en el día a día con la parte cotidiana. Se sigue utilizando mucho como fuente de consulta, y en algunos casos el planteamiento es encontrar ciertas respuestas de análisis, sobre todo que a veces son difíciles de conseguir, y más cuando tienes un gran bagaje de información”, explicó Constantino Ventura, director de área académica.

Las instituciones educativas comienzan a capacitar a sus profesores y a comparar distintas herramientas para identificar cuáles son más adecuadas para el ámbito académico. Sin embargo, advierten que el verdadero reto será evitar que la brecha digital se profundice entre quienes pueden pagar plataformas avanzadas y quienes no, un factor que podría marcar nuevas desigualdades dentro del sector educativo.