Expolicía municipal, hoy es operador de elevador debido a discapacidad

Viridiana de la Rosa, 25 de abril de 2018

Coatzacoalcos, Ver.- Fernando Martínez Reyes fue policía municipal en Coatzacoalcos, se desempeñó como chofer de una patrulla y elemento de reacción, hoy a sus 34 años tiene discapacidad motriz permanente.

Ingresó a esta dependencia teniendo apenas 17 años, pero a los 19, un 10 de mayo de 2005 cuando circulaba cerca de la central camionera en un operativo, le cambió la vida.

«En el 2005 en una persecución me caí de la unidad que manejaba un compañero, el accidente fue a las 7:20 de la mañana en Coatzacoalcos, de 2005 a 2007 tuve pérdida de memoria a corto plazo, se aprovecharon de esa capacidad para no darme mi pensión en tiempo y forma, en el 2013 que depuraron la policía nos dieron de baja».

A raíz de ese accidente perdió la memoria a corto plazo, la cual recuperó tiempo después, pero quedaron secuelas.

Regresó a la policía como administrativo, después en 2013 le dieron de baja junto a otros compañeros cuando se disolvió la intermunicipal.

Con cuatro hernias de disco en la columna, los nervios atrofiados de las piernas y la cadera y las secuelas de un traumatismo craneoencefálico tuvo que volverse empacador de mercancía en un super mercado.

«Yo sería feliz con mi pensión para mis hijos, ya viví y trabajé para el pueblo, me rompí mi uniforme sirviéndole al pueblo de Coatzacoalcos, me sacaron del área de urgencias del hospital con mi uniforme todo roto».

Frustrado por su condición y no poder darles una mejor vida a sus hijos de siete y nueve años, se convirtió en el operador del elevador del palacio municipal.

Fernando trabaja cinco horas diarias para llevar sustento al hogar y es ejemplo de perseverancia.

Para él fue un honor servir a Coatzacoalcos y pide a la nueva generación de policías valorar la encomienda que tienen.

«Que sean policías, pero si lo traen en la sangre, servirle a la ciudadanía con todo el respeto que se merecen para ser reconocidos más adelante por ser un buen elemento y no malos».