En FILU 2025 reivindican trabajo periodístico de Gabriel García Márquez

Agencia de Noticias RTV, 1 de junio de 2025

Xalapa, Ver.- El escritor Vicente Alfonso invitó a conocer al otro Gabriel García Márquez, al periodista que se quedó silenciado y al margen, pero que se caracterizó por un lenguaje innovador y disidente, el de reportero, durante su participación en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2025 de la Universidad Veracruzana (UV). 

En su conferencia “Gabriel García Márquez, corresponsal en Macondo”, dictada en el Foro “Miguel Vélez Arceo” de la Casa del Lago, Vicente Alfonso estuvo acompañado por Paola Cordero Román. 

A modo de pirámide invertida –la estructura de redacción periodística–, Alfonso reconoció que si bien, el autor que más suena es el de Cien años de soledad, hay otros García Márquez ignorados por las y los lectores. Narró que el escritor colombiano entró al oficio en 1948, luego de que el 09 de abril asesinaran a Jorge Eliécer Gaitán. 

En el conversatorio, detalló que García Márquez no inició como reportero, sino como columnista y como “baja cables”, apodo común para quienes iniciaban reescribiendo materiales. Es en los años 50, que, debido a la preocupación paterna, su madre lo lleva a un viaje a Aracataca para intentar disuadirlo de regresar a la escuela, pero surtió el efecto contrario al inspirar su más grande éxito literario. 

“Escribe un artículo periodístico donde habla de una familia Buendía que vive en una casa, también hay una mujer, aunque en la novela se llamaba Úrsula, pero en la columna Doña Soledad”, relató Alfonso. 

Entre los trabajos menos conocidos y, bajando en la pirámide, el también narrador y editor, expuso que García Márquez escribió su autobiografía Vivir para contarla, y otro de sus trabajos no tan conocidos El olor de la guayaba, libro de conversaciones entre el autor de El amor en los tiempos del cólera y el periodista Plinio Apuleyo Mendoza; un retrato íntimo del escritor. 

Del mismo modo, algunas novelas sin ficción, entre las que destaca La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile, crónica que narra la historia real del cineasta chileno, quien clandestinamente regresa a su país para filmar un documental sobre la dictadura. 

El último piso de la pirámide se centra en el García Márquez periodista, aquel que inició a los 21 años, en 1948, escribiendo una nota sobre el “toque de queda” que fue censurada, convirtiéndolo desde sus inicios en un personaje contra las figuras de poder. 

Entre los trabajos mencionados por el ponente estuvieron sus colaboraciones en El Universal en Cartagena; en El Heraldo de Barranquilla (1950-1952); Comprimido, el periódico más pequeño del mundo, donde funge como directivo, y en El Espectador (1954), donde publicó 80 reportajes. 

Al recordar el momento que causó la adrenalina de generar la información durante una cobertura, un parteaguas para García Márquez, Alfonso refirió dos reportajes: El Choco que Colombia desconoce (1954), donde contrastó las condiciones de vida en ese lugar y los logros de la clase política, así como La Odisea del Náufrago Sobreviviente del A. R. C. Caldas, el cual narra la historia real de Luis Alejandro Velasco, un marinero sobreviviente quien habla de su experiencia, mientras revela las verdades ocultas del accidente. 

Si bien, Vicente Alfonso señaló que hay mucho que contar sobre Gabriel García Márquez periodista, invitó a “defenderlo” y exhortó a leer el libro de sus memorias De viaje por los países socialistas, 90 días en la «cortina de hierro».