En diez años podríamos pasar de productores a sólo importadores de café: IIESES

Jorge Haces, 25 de mayo de 2017

Xalapa, Ver.- Previo a que iniciara el seminario «La cafeticultura mexicana, actividad y escenarios futuros», convocado por el Instituto de Investigaciones en Estudios Superiores, Económico y Sociales (IIESES) de la Universidad Veracruzana, la rectora Sara Ladrón de Guevara reconoció el impacto del trabajo de los investigadores que lo conforman para atender problemáticas regionales.

“Esto significa que aparte de los productos de investigación que se esperan, los investigadores tienen una vinculación con su entorno y que mucha de la investigación no es acorde a indicadores, sino con la sociedad, a la región, al desarrollo económico, a productos que uno pueda contar”.

Añadió que el tema del café, que en la zona Xalapa cobra gran importancia, y el acercamiento de la investigación a la producción, a la realidad de quienes están al frente de ese producto, que le da prestigio a nuestra región, lo calificó de primordial.

Ladrón de Guevara destacó que los institutos de investigación deben encontrar esas áreas de acción que permitan mejorar la economía de las regiones del estado y el país.

Por su parte, el organizador y director del Instituto, Darío Fabián Hernández González, mencionó que el café se está perdiendo en Veracruz con el escenario de que en 10 años podríamos pasar de ser productores líderes del aromático a nivel internacional a sólo importadores, que no sólo afecta la economía local, también su cultura y tradición, por lo que el seminario no sólo es pertinente, también un llamado de alerta.

“Creemos que la cafeticultura veracruzana tiene potencial para mantenerse como uno de los principales pilares de la economía, pero también de su cultura, su tradición, de su sociedad y el efecto de este semanario pensamos que puede revertir el riesgo de que se pierda la cafeticultura en Veracruz”.

Añadió que de 10 años para acá ha bajado en 20 por ciento la producción de café en el estado por la roya, la mancha urbana y el cambio climático, que han dañado el bosque mesófilo de montaña.