Comadronas ofrecen un rayo de esperanza en medio del duro invierno de Gaza
Agencia de Noticias RTV (ONU), 26 de diciembre de 2025
Nueva York.- Cuando Rana se enteró de que estaba embarazada, su alegría se vio rápidamente eclipsada por otro sentimiento: el miedo.
Para Rana, al igual que para muchas de las 55.000 mujeres embarazadas de Gaza que buscan atención médica, la cuestión no era si su bebé nacería, sino dónde y si sobrevivirían al parto. “Pensé que tendría que dar a luz en una tienda de campaña”, recuerda.
Tras dos años de ataques incesantes, el sistema sanitario de Gaza ha quedado destrozado. Solo una pequeña parte de los centros de salud siguen funcionando, y muy pocos pueden proporcionar atención obstétrica y neonatal de urgencia. Los trabajadores sanitarios se han visto desplazados, los medicamentos escasean y las unidades neonatales están desbordadas, funcionando muy por encima de su capacidad, con muy pocas incubadoras y personal cualificado.
“A medida que se acercaba la fecha del parto, estaba aterrorizada. No sabía cómo podría traer un niño al mundo en esas condiciones”, declaró al UNFPA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, que es el organismo de la ONU encargado de la salud sexual y reproductiva.
Como la mayoría de los 2,1 millones de habitantes de Gaza, Rana se ha visto desplazada y vive en una tienda de campaña improvisada, expuesta a las duras condiciones invernales y a las fuertes lluvias. Las recientes inundaciones han arrasado los refugios, destruido las pertenencias y dejado a las familias expuestas al frío, empapadas y propensas a contraer enfermedades, con un aumento considerable del riesgo de infecciones respiratorias, diarrea, hepatitis e hipotermia.
