Xalapa, Veracruz, México, a martes 30 de abril de 2024

Diálogo sí, pero con argumentos y gente identificada, pide el rector de la UNAM

Diálogo sí, pero con argumentos y gente identificada, pide el rector de la UNAM

Excélsior, 1 de mayo de 2013

Después de que la Rectoría fue liberada por los encapuchados, José Narro reconoció que la máxima casa de estudios ha sido afectada en su patrimonio, imagen y servicios que presta a la sociedad

El rector de la UNAM, José Narro Robles, afirmó que sí habrá diálogo con los jóvenes que tomaron la torre de Rectoría, pero será un diálogo “de gente identificada”, donde prevalezca el argumento y el debate razonado, aunque advirtió que los actos violentos que dañaron el edificio de Gobierno no quedarán impunes.

Al fijar una postura sobre el conflicto del CCH y la ocupación de las instalaciones, admitió que la UNAM resultó dañada en su patrimonio, en su imagen y en los servicios que presta a la sociedad; sin embargo, pidió a la comunidad universitaria tomarlo como una lección para salir adelante en favor del diálogo y el uso de la razón.

Asimismo, enfatizó que la Universidad Nacional en ningún momento ha intentado judicializar o criminalizar la protesta social; “lo que hemos hecho es denunciar la violencia y exigir con respeto la reintegración de las instalaciones”.

Sin embargo, reiteró que sancionarán “a quienes cometieron conductas impropias” porque usar la fuerza en vez de la razón es una idea equivocada que transmite una imagen que no es de la UNAM.

En el breve mensaje, en el que no aceptó preguntas de la prensa, señalando que primero deben hacer una valoración de las afectaciones, Narro Robles puntualizó que todos los universitarios tienen que aprender que lo acontecido y trabajar para fortalecer a la institución.

“Me congratulo de que las hayan desalojado (las instalaciones); veremos hacia adelante y de lo que ya hicimos y está en el registro, el rector, un servidor, dará cuenta de los actos que tuvimos, pero al mismo tiempo tenemos que ver hacia adelante”.

Recalcó que la violencia no es la forma de expresar un desacuerdo o un mecanismo para protestar.

“Ni el plan de estudios que no existe, ni el proceso de un año (de debate para una reforma) son razón justificada para esta condición”, expresó.

Dijo que los hechos demuestran que la inteligencia y la prudencia tienen que prevalecer, ante la “cerrazón e intransigencia”.