Save the Children cierra oficinas en Afganistán tras mortal ataque
Notimex, 24 de enero de 2018
Kabul.- La organización Save the Children decidió suspender sus operaciones en Afganistán, luego del ataque que sufrió su oficina en la ciudad afgana de Jalalabad, que dejó tres muertos y 25 heridos, y cuya autoría se atribuyó el Estado Islámico (EI).
En una declaración, la organización humanitaria confirmó el ataque coordinado contra el complejo de sus oficinas de Jalalabad, iniciado esta mañana alrededor de las 09:00 horas locales (04:30 GMT) e informó que ante la inseguridad todos sus proyectos en el país se suspendían temporalmente.
«Nuestra principal preocupación sigue siendo garantizar la seguridad de todo nuestro personal, por ello en respuesta a esto, todos nuestros programas en todo Afganistán se han suspendido temporalmente y nuestras oficinas están cerradas», subrayó el comunicado, publicado en su cuenta de Twitter.
Un comando armado irrumpió en la sede de Save the Children en Jalalabad disparando y lanzando explosivos, después de detonar un coche bomba a la entrada del complejo, desatando un enfrentamiento con la seguridad del lugar y tropas afganas locales que acudieron de inmediato.
La organización no gubernamental (ONG), que brinda educación básica, seguridad alimentaria y proyectos de salud a niñas y niños afganos en 16 de las 36 provincias del país, destacó que Afganistán es uno de los lugares más difíciles del mundo para ser un menor y para que los trabajadores humanitarios puedan operar.
Sin embargo, Save the Children aclaró que sigue comprometida con el apoyo que brinda a casi 1.4 millones de niños en Afganistán, por lo que confiaba en reanudar pronto sus operaciones, según un reporte de la agencia local de noticias TOLO.
«Seguimos comprometidos con la reanudación de nuestras operaciones y el trabajo de salvar vidas lo más pronto posible”, destacó la declaración de Save the Children, emitida poco después de que el grupo Estado Islámico (EI) se atribuyó la responsabilidad de la agresión.
En una declaración, difundida a través de su agencia noticiosa Amaq, el grupo extremista aseguró que el asalto armado contra la ONG fue obra de sus yihadistas (combatientes inslámicos) y que había matado a más de 100 personas.
El Ejército dijo que el ataque terminó aproximadamente a las 19:00 horas locales (14:30 GMT), después de casi 10 horas de intensos combates, con la muerte de todos los yihadistas y el rescate de unas 50 personas, aunque se desconoce el paradero de otras 20, quienes se cree escaparon en medio del tiroteo.
Funcionarios de la provincia de Nangarhar confirmaron que tres personas murieron, entre ellas dos guardias de seguridad de la oficina de Save the Children, y otras 25 resultaron heridas, cuatro de ellas guardias de seguridad.
El hecho generó una condena generalizada de diferentes agencias de ayuda internacional, entre ellos Amnistía Internacional (AI), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Kabul y la Misión de Ayuda de las Naciones Unidas para Afganistán (UNAMA), que lo calificó como un “crimen de guerra”.
El nuevo embajador de Estados Unidos en Kabul, John Bass, también condenó la acción contra Save the Children en un mensaje en su cuenta oficial en Twitter.
«Estoy horrorizado por la crueldad del ataque de hoy contra @SavetheChildren en Jalalabad. Apuntar a los niños y las organizaciones que los apoyan es inhumano, y espero que los responsables de este ataque sean llevados ante la justicia rápidamente», señaló el diplomático en su tuit.