Xalapa, Veracruz, México, a jueves 28 de marzo de 2024

Tocar son jarocho siempre ha sido un acto de resistencia

Tocar son jarocho siempre ha sido un acto de resistencia

Héctor Juanz, 29 de marzo de 2020

Xalapa, Ver.- Como un acto de resistencia no solo actualmente cuando es más difícil salir a la calle durante una contingencia sanitaria y la economía está cada vez más afectada, si no de siempre al haber poca apreciación hacia el son jarocho, considera Ada Selene Valadez Hernández, el tocar su jarana y cantar este género en los espacios públicos del centro de Xalapa.

«Personalmente creo que este virus está afectando más a las grandes corporaciones. Yo sí creo que el virus existe y que hay que tomar precauciones, y personalmente para mí sí es un acto de resistencia todos los días, aunque no haya Coronavirus, salir a la calle y plasmar mi música, porque no siempre es bien recibida. Básicamente lo hago porque a mí me gusta. Sí me estoy exponiendo, pero por mi estilo de vida no me he preparado de una manera capitalista para tener un ahorro o algo así».

Junto con Mayra González toca sones en el parque Juárez, donde cada vez camina menos gente a consecuencia de las medidas preventivas durante la la pandemia Covid-19.

Como otras personas que no pueden interrumpir sus actividades cotidianas fuera de casa, sale a tocar motivada, además por lo que le representa la música de su tierra. Es originaria del sur del estado, donde el son tiene una cuna singular.

«Ojalá que las personas que creen que se puede aportar en lo mínimo, sigan participando. Los que se pueden quedar en su casa, sí quédense en su casa. Si por mí fuera, yo me quedo en mi casa, me pongo a meditar, me pongo a componerla, pero también para mí tocar es algo que me ha salvado la vida en muchas situaciones».

Además considera que el son y la música en general aportan en estos tiempos, alegría a las personas.

«Es un aporte que también compartimos. Sí creemos que es importante. Lo que tocamos es nuestra música».

Así, en el centro de la ciudad donde es más notoria la ausencia de personas, la música sigue sonando y alegrando el solitario paisaje urbano.