Xalapa, Veracruz, México, a jueves 25 de abril de 2024

Son 38 millones de personas en el mundo que viven con Sida

Abraham Nassar, 1 de diciembre de 2020

Veracruz, Ver.- Este 1 de diciembre es el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, siendo 38 millones de personas en el mundo que viven con esta enfermedad; ante este panorama, el COVID-19 está amenazando el progreso que se ha logrado en materia de salud y desarrollo en los últimos 20 años, incluidos todos los pasos dados en la lucha contra el VIH, esto fue lo que señaló Winnie Byanyima, directora Ejecutiva del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida.

Mediante un mensaje en la página oficial de ONUSIDA, señaló que es motivo de orgullo que durante este último año los movimientos activistas del VIH se hayan movilizado para defender el progreso, proteger a las personas que viven con el Sida y otros grupos vulnerables, y tratar de contrarrestar los efectos del COVID-19.

En ese sentido, destacó que a medida que este 2020 termina, se recuerda que el mundo está en un punto peligroso, pues las cifras señalan que 38 millones de personas viven con VIH a nivel mundial.

Se tienen en promedio 1.7 millones de infecciones nuevas al año, siendo 690 mil personas quienes mueren de manera anual, en ese sentido, en México, se calcula que cerca de 200 mil personas padecen el VIH y, pese a esto, apenas el 79% de quienes lo tienen conocen su condición. El 72% está en tratamiento y el 55% ha logrado controlar los síntomas.

Winnie Byanyima dijo que puesto a que las primeras candidatas a vacunas contra el COVID-19 han demostrado ser eficaces y seguras, hay esperanza de que seguirán surgiendo más, instó a los laboratorios farmacéuticos a compartir toda su tecnología y experiencia, para producir vacunas exitosas a la escala y la velocidad necesarias para proteger a toda la población y volver a activar la economía mundial, pues así se volverá a avanzar en la respuesta al Sida.

Además, destacó que los gobiernos deben invertir todo su potencial para hacer realidad el acceso universal a la atención sanitaria, pues solo la solidaridad mundial y la responsabilidad compartida ayudarán a erradicar el coronavirus, acabar con la epidemia del Sida y garantizar el derecho a la salud para todos.