Recomendaciones para evitar que tu perro sea agresivo y no poner en riesgo a tu familia.
Rtv Coatzacoalcos, 10 de septiembre de 2014
Perros que gruñen, enseñan los dientes de forma violenta y canes que, incluso, pueden llegar a morder a personas u otros animales. Estos gestos caninos muestran un comportamiento agresivo del perro, que pueden tener consecuencias.
Porque hay que tener especial cuidado con los niños y ocho consejos para frenar la conducta violencia en canes a tiempo.
Aquí te presentamos ochos consejos para frenar esa agresividad.
1- La agresividad del perro puede ser peligrosa, por lo que conviene contactar con un profesional o experto en educación canina para trabajarla y frenarla de forma positiva.
2- El dolor en el perro puede ser la razón de algunos comportamientos agresivos caninos. Por ello, conviene consultar con el veterinario para desechar enfermedades que puedan ser el origen de la conducta violenta.
3. Evitar al perro situaciones estresantes, que despierten su agresividad. El miedo, un exceso de ruido o las reuniones caninas multitudinarias (en caso de un perro tímido) pueden desatar sus temores y provocar conductas combativas.
4. Un perro puede desarrollar conductas agresivas cuando se le priva de un objeto (zapato, cuerda, juguetes caninos) por el que siente un fuerte apego. Si se trata de artículos personales (ropa de la familia) conviene ofrecerle al animal un premio más atractivo (comida) a cambio de la prenda sustraída.
5. La esterilización del perro suele rebajar su comportamiento violento, así como el nivel de ansiedad por lograr un compañero sexual.
6. Los castigos no frenan la agresividad del perro. De hecho, las represalias (así como las reprimendas físicas, crueles y poco efectivas) suelen acrecentar el miedo del can y, con él, sus reacciones violentas de defensa.
7. Las represalias tampoco son útiles para corregir el comportamiento territorial canino. El perro entenderá que su espacio es amenazado y puede acrecentarse su impulso de defenderlo.
8. No hay que despertar la agresividad del perro. Algunos juegos caninos pueden incitar aún más el comportamiento dominante del can. Este es el caso de propuestas como el tira y afloja, que implica tirar de una cuerda agarrada de un extremo por el dueño y, del otro, por el can.