Mujeres en las filas de la Fuerza Civil

Piedad Pérez Morales, 8 de marzo de 2019

Xalapa, Ver.- Ser mujer policía implica responsabilidad y dejar  a la familia. Esta es la historia de dos mujeres que hacen todo por cumplir diariamente con su encomienda como elementos de la Fuerza Civil, llamadas María y Dalila.

KS-34 se levanta  diariamente a las 5 de la mañana y luego de hacer  los deberes de aseo personal, desayunar y uniformarse, es hora de alimentar a los perros K-9.

Pocahontas  es parte  del Comando Policía Estatal Acreditable encargado del cuidado de personas de alto rango, ella trabaja con nueve varones más, aunque sus actividades son más de precisión táctica y protección.

Ahora vamos a describir un poco la actividad de  María. Los K-9 forman parte del binomio canino, hay  un  fuerte vínculo de respeto, amistad y confianza construida durante años con todos los animales, para  obtener un buen resultado en cada uno de los operativos contra drogas, detenciones o búsqueda de personas.

«La única regla de este  trabajo es nunca usar la violencia para corregir al can, es un entrenamiento a base de estímulos»

Dalila, desde otra trinchera carga 24 horas un equipo de protección basado en chaleco antibalas, armas largas y cortas junto con otros implementos cuyo peso aproximado es de 25 kilogramos.

Para ella las personas que protege deben estar bien cuidadas, su mirada siempre debe estar en el ángulo que le indica su superior. Es otra mujer policía que reitera el valor de una  dama en un trabajo diferente.

Bien portadas desde que inician sus tareas, las dos integrantes de la Fuerza Civil saben que una buena imagen es importante en su trabajo, por eso el maquillaje es también su uniforme diario.