México es el cuarto país en el mundo por biodiversidad y tiene en su territorio todos los tipos de climas, en los que se desarrollan prácticamente todos los ecosistemas terrestres, resaltó el subsecretario al participar en un evento paralelo al 40 período de sesiones de la Conferencia bienal de la FAO, el máximo órgano de gobierno de la Organización.

Recordó que en diciembre de 2016, en la ciudad mexicana de Cancún, México asumió por dos años la Presidencia de la 13 Conferencia de las Partes del Convenio de la ONU sobre la Diversidad Biológica (COP13), como parte de su compromiso en la promoción de la agenda ambiental internacional y de protección de la biodiversidad.

Resaltó que México impulsó la aprobación, durante la COP13 de la “Declaración de Cancún sobre integración de la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad para el bienestar”.

Esa declaración lanza un fuerte mensaje político al mundo para la integración de la biodiversidad en las políticas públicas, la legislación y la normatividad en todos los sectores de la economía, y en particular, el agrícola, forestal, pesquero y de turismo.

En la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Ruiz Cabañas se refirió al grupo de 10 países amigos de la biodiversidad, formado por iniciativa mexicana.

“Lo que tratamos es que el grupo de países amigos lleve este tema a convertirse en uno de los principales de la agenda internacional”, sostuvo.

En declaraciones a Notimex, el subsecretario mexicano consideró que la biodiversidad es un tema que debe merecer la misma atención, sino es que más, que la que tiene el cambio climático.

“Afortunadamente la conferencia de Cancún, sí representó un cambio importante, un cambio de paradigma, un cambio de visión y también de liderazgo. El presidente (de México) Enrique Peña Nieto ha tomado muy seriamente el tema de la protección y conservación de la biodiversidad», destacó.

Ruíz Cabañas subrayó que “por increíble que parezca”, la Declaración de Cancún estableció por primera vez un diálogo permanente entre los conservacionistas y los agentes económicos que se benefician de la biodiversidad.

“Estamos impulsando a este grupo de amigos de la biodiversidad en la FAO, en Nueva York, en Ginebra, en todos los lugares donde se traten cuestiones medioambientales. La propuesta es hacer responsables de su conservación a los sectores económicos que usan la biodiversidad”, indicó.