Más de ocho mil 500 desplazados en Irak por ofensiva contra yihadistas

Notimex, 4 de octubre de 2017

Ginebra.- La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) informó hoy que más de ocho mil 500 personas han sido desplazadas del oeste de la provincia iraquí de Anbar en las últimas dos semanas, luego de la ofensiva que lanzó el Ejército iraquí contra el grupo extremista yihadista Estado Islámico (EI).

En un reporte, publicado en su página en Internet, la OIM indicó que desde el pasado 19 de septiempre cuando comenzó la ofensiva militar, al menos mil 400 familias, aproximadamente ocho mil 500 personas, se han visto obligadas a huir de Anbar.

«Muchas familias caminan largas distancias, algunas de ellas durante varios días, a menudo en medio de un intenso calor, para poder llegar a zonas más seguras. La mayoría de los recién desplazados son niños, mujeres y ancianos», destacó.

El organismo de las Naciones Unidas (ONU) para las migraciones precisó que desde enero pasado hasta el pasado lunes 2 de octubre, el grupo Seguimiento de Emergencia de la OIM logró identificar un total de 54 mil 546 personas desplazadas desde la zona oeste de Anbar, en particular desde los distritos de Ana, Al Ka’im y Ra’ua.

La mayoría está desplazada dentro de la misma gobernación de Anbar, con un 85.0 por ciento, aunque también se refugiaron en las ciudades de Falluja, donde hay unas 25 mil 300, Ramadi con casi 15 mil 100 y Heet con al menos tres mil 100 desplazados

Sin embargo algunos desplazados se han ido más lejos y se han trasladado hasta las gobernaciones de Bagdad, donde se estima han llegados unas tres mil 600 personas, y Erbil que da asilo a al menos a cuatro mil 400 más.

Del total de los 54 mil 546 individuos desplazados desde el mes de enero, 32 mil 886 se encuentran actualmente registrados en campamentos y 21 mil 660 en otros lugares, 21 mil 132 de ellos en sitios privados y 528 en albergues del gobierno.

En Anbar, el equipo médico de la OIM está proveyendo asistencia inmediata a casi mil personas desplazadas por semana a través de cuatro Equipos Médicos Móviles, que trabajan en los lugares con mayores necesidades, incluyendo la ciudad de Falluja, Heet y Garma.

Muchos requieren de asistencia sicosocial y necesitan de cuidados médicos. Algunos padecen enfermedades crónicas y condiciones exacerbadas debido a que durante mucho tiempo no fueron atendidos, y otros sufren de desnutrición; también hemos recibido un par de casos de traumatismo, señaló uno de los médicos.

En las últimas dos semanas, el personas de la OIM ha trabajado conjuntamente con el Ministerio de Migración y de Desplazamiento de Irak, en la distribución de 795 kits de artículos no alimentarios a familias en Al Habanyah que fueron o desplazadas de la zona oeste de Anbar.

Las distribuciones fueron hechas bajo el auspicio de divergas organizaciones humanmitarias internacionales como Ayuda Humanitaria Alemana, el Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID por su sigla en inglés), y por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO por su sigla en inglés).

Entre otros artículos, los paquetes de artículos básicos de asistencia incluyen sábanas, una caja refrigerante de plástico, una colchoneta plástica y un ventilador recargable

“La vida en la ciudad de Al-Ka’im, bajo el control del EI, era sumamente difícil,” sostuvo Ahmed, quien fue desplazado con los siete miembros de su familia del distrito de Haditha, Anbar, en un viaje peligroso y largo.

“Yo tenía un negocio de artículos para el hogar, pero en un par de meses se me volvió imposible manejarlo, de modo que vendí todo lo que tenía y usé el dinero para apoyar a mi familia. Nos sentíamos prisioneros y debíamos cumplir con muchas reglas extrañas impuestas por el EI. Junto con otras familias, estábamos esperando el momento justo para poder escapar”, indicó.

Finalmente, agregó, logramos huir, debido a hostilidades en nuestra zona y además porque se esperaban más ofensivas militares. Contrate a traficantes para que ayudaran a escapar a mi esposa, a mis cuatro hijos, a mi madre y a mí. Nos condujeron temprano en la mañana a través de caminos no pavimentados.

«Luego seguimos el viaje a pie, caminando durante horas en medio del calor para poder llegar a una zona segura. Ahora estamos desplazados y nos encontramos viviendo en un edificio en ruinas», apuntó.