La ortografía sobrevivirá a los SMS

, 20 de marzo de 2014

¿»Q pasa si sta scrito asi»? La ortografía está siendo atacada, denuncian a menudo padres y educadores, quienes ven en el lenguaje usado por los más jóvenes en sus mensajes de móviles una seria amenaza para el aprendizaje de la escritura. Un estudio de tres universidades francesas, publicado este martes en la revista Journal of computer assisted learning, demuestra lo contrario.

Por Elisenda Panadés

Los SMS, los mensajes de textos en los móviles, no tendrían ninguna influencia en la ortografía de los escolares. Y lejos de ser una amenaza, representan una ocasión nueva y suplementaria para practicar la escritura. Así de optimista concluye el estudio realizado por cuatro universidades francesas (de Poitiers, Tours, Nanterre y Toulouse) y auspiciado por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) tras haber analizado 4.542 mensajes enviados a lo largo de un año por 19 estudiantes de 11 y 12 años de edad, los cuales no habían tenido o utilizado el teléfono móvil antes de la investigación.

Los científicos franceses demuestran que al principio de la práctica de los SMS es el nivel de ortografía tradicional el que determina la forma de los mensajes enviados, y no al revés. Es decir, no son los mensajes de texto los que influyen negativamente en la manera de escribir tradicional. Pasado un año, y cuando el envío de mensajes ya es todo un hábito, no existe ninguna relación entre el nivel de ortografía y la forma de los SMS. Contrariamente al temor expresado por padres y profesores, son los mejores alumnos en ortografía los que escriben más “textismos”, es decir, las palabras adaptadas a la escritura corta de un mensaje de texto y que rompen con el código tradicional. La escritura tradicional y la de SMS dependen de las capacidades cognitivas del adolescente, concluye el estudio.

Cabe decir que el artículo, titulado ¿Cómo escriben mensajes de texto las personas dotadas y menos dotadas para la ortografía?, se basa en sólo 19 individuos, todos de clase media y lengua francés nativa, cosa que podría suponer un sesgo de representación frente a alumnos de familias inmigrantes, no francófonas de origen, y diferentes estratos sociales. Sin embargo, otros estudios recientes para la lengua inglesa y finlandesa, con estudiantes de 9 a 12 años, han llegado a la misma conclusión del estudio francés.

Todos ellos contrastan con la visión pesimista, instalada entre ciertos padres y profesores, sobre las consecuencias de las nuevas tecnologías en los más jóvenes. Lejos de sus temores, estos investigadores ven en ellas unos nuevos soportes de aprendizajes escolares, siguiendo la propuesta que la UNESCO ya lanzó en 2010 sobre el llamado M-learning, el aprendizaje mediante dispositivos móviles (smartphones y tabletas). ¿Serán el fin de pizarras y cuadernos?