Xalapa, Veracruz, México, a miércoles 24 de abril de 2024

Encuestados ven culpable a Mamá Rosa

Encuestados ven culpable a Mamá Rosa

Excélsior, 28 de julio de 2014

Se apoya la intervención de la PGR en el albergue La Gran Familia. Se cree que la directora de este centro, Rosa Verduzco Mamá Rosa, es responsable de los delitos contra menores de edad que se indagan. Estos juicios se dan en un entorno de opinión donde se prefiere que los niños y adolescentes sin protección de sus padres sean criados por parientes o familias adoptivas más que por instituciones de asistencia. Se favorecen los organismos públicos antes que los privados, y se espera que sólo se encarguen de los menores mientras les encuentran una familia, tal y como se observa en las más recientes encuestas telefónicas nacionales BGC-Excélsior.

La mayoría (gráfico 1) se enteró del operativo de la PGR para intervenir el albergue La Gran Familia (66%). Dos tercios consideran que su directora, Rosa Verduzco es culpable total o parcialmente de los delitos que  se investigan (privación ilegal de la libertad, abuso de menores y trata de personas). 62% piensa (gráfico 2) que sí estaba enterada de los abusos y maltratos de trabajadores hacia niños y jóvenes.

Tres cuartas partes están de acuerdo en mayor o menor medida con que la PGR haya efectuado el operativo (gráfico 3). Pocos piensan que se empleó un número exagerado de policías (24%), más bien se cree que participó la cantidad necesaria (40%).

A raíz de lo ocurrido con la casa hogar La Gran Familia, existe amplio consenso con que el gobierno debe promover leyes más estrictas para controlar el funcionamiento de albergues privados, aunque eso conlleve una reducción en la cantidad de niños que pueden recibir (80%). Esta opinión se da en un contexto en el que se piensa que los derechos de los niños están deficientemente protegidos (poco, 57%; nada, 14%).

En promedio se evalúa ligeramente mejor el cuidado y atención a los menores a cargo de las instituciones públicas que en las privadas (gráfico 4). En efecto, 62% juzga muy bueno o bueno el trato dado en los DIF nacionales y estatales contra 56% que opina lo mismo sobre las organizaciones particulares que manejan esa clase de albergues y casas hogares.

De hecho, si se tiene que escoger a algún tipo de institución de asistencia, la población confía más en las instituciones públicas que en las privadas para encargarse de los niños (62% contra 25%). El problema es que 74% estima que están poco o nada cubiertas las necesidades de casas hogar gubernamentales para recibir a ese tipo de menores.

En realidad la población tiende a ver en una familia y no en una institución de asistencia la solución al problema de los niños y adolescentes sin protección de sus padres. No obstante, se hace distinción entre las distintas clases de menores en situación vulnerable para opinar quién debe hacerse cargo de ellos (gráfico 5). Para el caso de los abandonados y, sobre todo, de los huérfanos, se prefieren claramente los familiares de los niños (49% y 61%, respectivamente).

En cambio, hay mayor división de opiniones en otras circunstancias, pues se favorecen los parientes (36%) y las instituciones de gobierno (32%); para el caso de los niños maltratados por sus padres y se opta por los parientes (34%) o una familia adoptiva (25%) para los niños cuyos padres no los quieren en sus casas.

Llama la atención que las instituciones de asistencia privada son mínimamente preferidas; en parte porque en la práctica no se les percibe como agentes relevantes en el cuidado de estos menores: se cree que los niños sin protección de sus papás generalmente están con algún familiar, en alguna institución del gobierno o nadie se hace cargo de ellos.

Para la mayoría (gráfico 6), las instituciones de asistencia deben mantener a los menores en sus albergues sólo lo necesario mientras les encuentra una nueva familia (67%) sin esperarse a que sean mayores de edad. Algo más de la mitad cree que eso es lo que hacen esas organizaciones (52% opina así para el caso de las privadas y 58% para las públicas).

En general (gráfico 7), para criar a un niño sin padres, entre una institución de asistencia y una familia adoptiva, se escoge la segunda opción (81%). Sin embargo, se piensa que el procedimiento en México para adoptar a un menor es muy difícil (57%).