Xalapa, Veracruz, México, a jueves 25 de abril de 2024

El oficio detrás de una máscara de lucha libre

El oficio detrás de una máscara de lucha libre

Enrique Martínez, 17 de septiembre de 2019

  • La historia de Jesús Víctor Vasconcelos, de oficio mascarero, originario de Acayucan.

Acayucan, Ver.- “No hay momento de mayor paz para mí que el venir a mi taller, sentarme detrás de la máquina y estar punto por punto, acomodando, aplicaciones, etcétera” expresó Jesús Víctor Vasconcelos, de oficio mascarero.

La lucha libre mexicana, ahora patrimonio cultural intangible, es uno de los deportes que desborda pasiones, pero algo que lo hace particular es el atuendo que portan los luchadores, quienes aparte de una capa, chaqueta, playera o artículo de distintos colores ocupan una máscara, piezas únicas que a más uno de llama la atención.

En el sur de la entidad, se encuentra un personaje que por mas de una década se ha dedicado a ser mascarero, labor que le ha permitido crear capuchas y dar vida a diferentes gladiadores dentro del arte del pancracio.

“Cuando alguien tiene algún sueño sea futbolista, beisbolista, en mi caso especial fue ser luchador o poder hacer máscaras, de hecho agarraba los vestidos de mi mama, alguna cortina, tenía yo 10 u 11 años y empezaba a visualizar como podría estar hecha una máscara” expresó el mascarero originario de Acayucan.

“Supe de una convocatoria donde estaban recibiendo a gente para entrenar lucha libre, esto fue en el estado de Campeche en el 2014, empecé a entrenar con un señor pues ya grande de la vieja escuela”.

“El precisamente fue quien me hizo mi primer equipo, ahí inicie, en el 2005 empecé a luchar, pero las máscaras y los equipos no me los hacían a mi medida, el lo hacia muy grandes o muy chicas, entonces en el momento de la acción se me movía todo, las máscara salía volando, ahí surge y buscaba yo el pretexto perfecto para empezar las máscaras a mi percepción”.

“El primer cliente que tuve fue el señor Sangre Latina, de la ciudad de México, radicado en Campeche; el fue el primer en pagarme 200 pesos por una máscara”.

“En el 2012 por cuestiones de trabajo salgo de la ciudad de Campeche, para radicar en Acayucan yo soy de aquí, pues aquí en este ciudad no hay este tipo de trabajo pero empecé a trabajar con los muchachos de Minatitlán, de Coatzacoalcos, Alas de plata, Ángel Caído, el Payaso Renato, Cat Boy por mencionar solo algunos”.

“Antes hablamos de los 1940, quizás cuando las máscaras estaban hechas de piel de cerdo eran máscaras que no se ajustaban bien al rostro del luchador y cuando las iban usando el mismo luchador iba perdiendo cabello por el uso, sudor o calor”.

“Con el paso de los años, han evolucionado bastante, ahora se puede utilizar látex, muchas licras, hay mucho material, casi al alcance de todas las personas”.

“Para armar una máscara de este tipo me llevo aproximadamente seis horas, en cortar tela, cocerlas, cortar aplicaciones, unirlas reforzarlas, a hormarlas, darles el tiempo para que seque la aplicación y en fin”.

“Todo empieza con la idea del coleccionista o del luchador, sabes que yo quiero una máscara del rey de fuego, viene a mi mente coronas, llamas, uno que otro demonio, tridentes, entonces platicando con la persona podemos aterrizar la idea”.

“A todas las personas, cliente que tengo les digo, te llevas una parte de mi vida, de mi tiempo que bien podría dedicárselo a mi familia pero siempre se llevan una parte de mi, pero este seguirá hasta que dios decida que yo cierra mis ojos, hasta ese momento”.