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Citlali Borges, una campeona de paranatación sin límites

Citlali Borges, una campeona de paranatación sin límites

José Luis Simón. Notimex, 24 de diciembre de 2017

Playa del Carmen, QRoo.- Citlali Borges Tun no tiene límites; la cuádruple campeona en natación en la Paralimpiada Nacional Colima 2017 en estilos dorso y libre también incursionó en pecho y mariposa, con el fin de ir a unos juegos paralímpicos.

Estudia la secundaria abierta del DIF, porque no hay una escuela especial para ella; quiere ser terapeuta, aprender inglés y después el francés y japonés; elabora llaveros, pulseras y collares para vender a fin de comprar un traje de baño, porque los que tiene están traslúcidos y estirados, tanto que se pone dos o tres para practicar, pero nada la detiene.

Tan es así que hace tres años, por superar el temor al agua, Citlali Borges Tun se metió a la alberca para aprender a nadar; pero tampoco le tiene miedo al escenario, porque cuando tenía siete años de edad se metió a un concurso de canto y ganó un tercer lugar con la canción “Mambrú se fue a la guerra”, de Tatiana.

“Canto de todo, porque no tengo ningún artista favorito”, compartió la atleta de 14 años, de un hablar fluido y vocabulario amplio, clasificada en la categoría S11, que engloba a nadadores con incapacidad de ver y están considerados ciegos totales, de acuerdo al manual de clasificación.

Con motivo del torneo OHL Classic en Mayakoba, en la Riviera Maya, los golfistas nacionales Roberto Díaz y José de Jesús Rodríguez acudieron en noviembre pasado al municipio Solidaridad, en este estado del sureste mexicano, para entregar sillas de ruedas y otros artículos, y a Citlali le tocó un libro del sistema Braille.

“Este libro me va a ayudar para aprender aún muchas cosas”, dijo con una sonrisa, porque las matemáticas la traen con la exigencia de aplicarse y porque “lo de la escuela me va a ayudar muchísimo para tener una carrera, tal vez terapeuta”.

Hace tres años se metió a la alberca para superar sus miedos al agua, aprendió a nadar y siete meses después su entrenadora Yareli Guillén Vega le comentó de la posibilidad de competir; de ahí al estatal, que le sirvió para sentir lo que se vive en una competencia, y después su primera Paralimpiada Nacional Acapulco 2016.

La cima del podio la alcanzó en Colima 2017, donde ganó las medallas de oro en 50 y 100 metros de nado de dorso y libre, y esto le valió para obtener el Premio Estatal de Deporte en la categoría de deporte adaptado.

“Mi mundo (ahora) es muy grande. Nunca me imaginé poder llegar hasta aquí, solamente me metí a nadar para aprender, porque me daba mucho miedo el agua”, compartió.

Gran parte de su éxito es el apoyo de sus padres, María del Carmen Tun y Wilson Ismael Borges; de ella porque la lleva todos los días a los entrenamientos y de él porque le compra sus implementos, aunque no siempre le alcanza el salario.

“Mis papás me ayudan más porque hacen que logre mis sueños, ayudándome a asistir a mis entrenamientos, comprando mis artículos, alimentándome, cuidándome y animándome y sintiéndose orgullosos de mí por mis logros”, dijo.

También siente el respaldo de su hermano Daniel Jesús, de seis años de edad. “Me ayudan a sentirme que sí puedo y que todo se puede mientras no te rindas, y sin ellos (su familia) no hubiera logrado todo esto, al igual que de mi entrenadora Yareli Guillén”.

Yareli ha puesto su paciencia y experiencia para que ella se desarrolle, le explica con detenimiento las técnicas de nado en sus estilos y salidas del banco.

Ella también está en el agua, le dice cómo debe mover sus piernas y pies, sus brazos y manos, nada a su lado para que sienta sus movimientos y la imite, se salen de la alberca para continuar con las explicaciones y afinar cada detalle que marca la diferencia en cada resultado.

Los entrenamientos son en la alberca olímpica de Playa del Carmen, a donde llega a las cinco de la tarde y termina a las siete y media de la noche, y también se da tiempo para aprender manualidades, como hacer llaveros, pulseras y collares de “cuentitas”.

Entre sus amigos y demás personas que conoce vende los llaveros y pulseras a 20 y 30 pesos, los collares a 70 y 100, “para comprar lo que me haga falta, como aletas y traje de baño”, ya que los que tiene ya están muy desgastados por el entrenamiento, sin embargo, no cuenta con recursos económicos suficientes para adquirirlos.

Por ello, Citlali pide “que alguna persona me patrocine para comprar artículos para nadar, en este momento me falta muchísimo el traje de baño, porque los que tengo ya se me estiraron por tanto entrenamiento y el cloro, y tengo que llevármelos a doble o triple. También necesito aletas cortas, goggles, gorras y snorkel”.

Con una sonrisa expresó que “quiero escribir mi propia historia, quiero ir a unos juegos paralímpicos y para ello me entrego, para representar a mi municipio, a mi estado y a mi país”.