Carpinteros luchan por seguir con su profesión y no desaparecer ante la competencia comercial 

Enrique Burgos, 5 de marzo de 2019

Coatzacoalcos, Ver.- Carpinteros se niegan a desaparecer aunque la crisis económica y la competencia comercial los haya puesto en  una situación difícil.

Los primeros luchan por no desaparecer, aunque las ventas de muebles son  bajas, una alacena, un ropero, una cama, una puerta o una cocina integral les lleva 15 días elaborarla.

Pedro Mil González lleva 15 años como carpintero, el oficio le fue heredado por su padre y ha encontrado la forma de salir adelante junto a su familia “por causa de mi padre también era carpintero, toda mi familia han sido carpinteros, es un gusto  la carpintería”.

Aseguró que no todos pueden ser carpinteros, pues se requiere de un amor  por el oficio, es desgastante y más si no estás acostumbrado al polvo.

Mil González emigró desde Isla, Veracruz, a Coatzacoalcos, allá se dedicaba a sacar la piña de la tierra y como miles comenzó a buscar otra oportunidad para salir adelante, lo encontró y fue en la madera, el martillo, los clavos y la lija.

Pedro tiene un tocayo dentro de la carpintería, se trata de Pedro López Domínguez quien es otro maestro que se dedica a rajar tabla y fabricar muebles.

Aseguró que actualmente es difícil comercializar el arte de la carpintería, la gente no quiere pagar por un mueble de 9 mil pesos, quiere algo barato y que les dure, pero la madera siempre es noble con gente como ellos dedicados al trabajo.

Pedro es originario de Oaxaca, desde los 9 años su padre lo metió el taller de carpintería y desde entonces y 35 años después es carpintero.

La vida de lujo no es para los carpinteros, con clientes más exigentes y tiendas comerciales con mayor competencia, los Pedro’s  esperan que la situación mejore para todos en la ciudad, ellos solo quieren trabajar y darle los mejores muebles a las familias.